Buscar este blog

viernes, 1 de octubre de 2010

CUENTOS SUPERCORTOS


El dinosaurio
©      Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. (Augusto Monterroso)

 Tempus fugit
Encima de un enorme iceberg a la deriva por el Atlántico Norte, un señor de Cuenca, funcionario de correos, y un pingüino discutían por el precio de un sello. El debate era agrio, visceral, a cara de perro, y quizás hubiera durado días, meses, años.
Pero el iceberg no. (Eloy Mon)

  La culta dama
Le pregunté a la culta dama si conocía el cuento de Augusto Monterroso titulado “El dinosaurio”.
Ah, es una delicia – me respondió – ya estoy leyéndolo. (José de la Colina)

 Catequesis

-El hombre -enseñó el Maestro- es un ser débil. -Ser débil -propagó el apóstol- es ser un cómplice. -Ser cómplice -sentenció el Gran Inquisidor-es ser un criminal. (Marco Denevi)

  ...Y en el año 2.036 el hombre descubrió la piedra pulimentada. 
(Jaume Perich)

Despertar.
Despertó cansado, como todos los días. Se sentía como si un tren le hubiese pasado por encima.
Abrió un ojo y no vio nada. Abrió el otro y vio las vías. (Norberto Costa)

El hombre invisible 
 Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató de ello. (Gabriel Gimenez Emán)

Toque de queda
 -Quédate -le dije. Y la toqué.(Omar Lara)


 Golpe
Mamá, dijo el niño, ¿qué es un golpe? Algo que duele muchísimo y deja amoratado el lugar donde te dio. El niño fue hasta la puerta de casa. Todo el país que le cupo en la mirada tenía un tinte violáceo. (Pía Barros)

 Felinos
 Si no domesticamos a todos los felinos fue exclusivamente por razones de tamaño, utilidad y costo de mantenimiento. Nos hemos conformado con el gato, que come poco. (Juan José Arreola)

 Para mirarte mejor
Aunque te aceche con las mismas ansias, rondando siempre tu esquina, hoy no podríamos reconocernos como antes. Tú ya no usas esa capita roja que causaba revuelos cuando pasabas por la feria del Parque Forestal, hojeando libros o admirando cuadros, y yo no me atrevo ni a sonreírte, con esta boca desdentada. (Juan Armando Epple)

Tortugas y cronopios  
Ahora pasa que las tortugas son grandes admiradoras de la velocidad, como es natural. Las esperanzas lo saben, y no se preocupan. Los famas lo saben, y se burlan. Los cronopios lo saben, y cada vez que se encuentran una tortuga, sacan la caja de tizas de colores y sobre la redonda pizarra de la tortuga dibujan una golondrina. (Julio cortazar)

La canción  
 Al borde del desierto en el ribazo, y con la lanza clavada en la arena, mientras yo estaba sobre la muchacha, ella dijo una canción que pasó a mi boca y supe que venía desde la primera boca que había dicho una canción ante el rostro del tiempo para que llegara hasta mí y yo la clavara en otras bocas para que llegara hasta la última que diría una canción ante el rostro del tiempo. (Luis Britto García)

Justificación de la mujer de Putifar.
¡Qué destino: Putifar eunuco, y José casto! (Marco Denevi)


El sabor de una medialuna a las nueve de la mañana en un viejo café de barrio donde a los 97 años Rodolfo Mondolfo todavía se reúne con sus amigos los miércoles por la tarde
-Que bueno. (Luisa Valenzuela)


Cláusula III
Soy un Adán que sueña con el paraíso, pero siempre me despierto con las costillas intactas. (Juan José Arreola)

 Traedme el caballo más veloz —pidió el hombre honrado—
Acabo de decirle la verdad al rey. (Marco Denevi)

A destiempo
Llevaba tantos días sin hablar con nadie ni oír las noticias que no podía saber que los servicios de limpieza de la ciudad estaban en huelga. Cuando saltó desde la ventana del octavo piso fue a caer sobre una montaña de bolsas de basura. y ni siquiera tenía las llaves de su apartamento. (Tomás Onaindia)

Las sirenas
Otra versión de la Odisea cuenta que la tripulación se perdió porque Ulises había ordenado a sus compañeros que se taparan los oídos para no oír el pérfido si bien dulce canto de las sirenas, pero olvidó indicarles que cerraran los ojos, y como además las sirenas, de formas generosas, sabían danzar... (José de la Colina)

 Las nubes
Nube dejó caer una gota de lluvia sobre el cuerpo de una mujer. A los nueves meses, ella tuvo mellizos.
Cuando crecieron, quisieron saber quién era su padre.
Mañana por la mañana -dijo ella­, miren hacia el oriente. Allá lo verán, erguido en el cielo como una torre.
A través de la tierra y del cielo, los mellizos caminaron en busca de su padre.
Nube desconfió y exigió:
-Demuestren que son mis hijos.
Uno de los mellizos envío a la tierra un relámpago. El otro, un trueno. Como Nube todavía dudaba, atravesaron una inundación y salieron intactos.
Entonces Nube les hizo un lugar a su lado, entre sus muchos hermanos y sobrinos. (Eduardo Galeano)

 El Rayo que cayó dos veces en el mismo sitio
Hubo una vez un Rayo que cayó dos veces en el mismo sitio; pero encontró que ya la primera había hecho suficiente daño, que ya no era necesario, y se deprimió mucho. (Augusto Monterroso)


 La mujer
Un hombre sueña que ama a una mujer. La mujer huye. El hombre envía en su persecución los perros de su deseo. La mujer cruza un puente sobre un río, atraviesa un muro, se eleva sobre una montaña. Los perros atraviesan el río a nado, saltan el muro y al pie de la montaña se detienen jadeando. El hombre sabe, en su sueño, que jamás en su sueño podrá alcanzarla. Cuando despierta, la mujer está a su lado y el hombre descubre, decepcionado, que ya es suya. (Ana María Shua)


  Naufragio
¡Arriad el foque!, ordena el capitán. ¡Arriad el foque!, repite el segundo. ¡Orzad a estribor!, grita el capitán. ¡Orzad a estribor!, repite el segundo. ¡Cuidado con el bauprés!, grita el capitán. ¡El bauprés!, repite el segundo. ¡Abatid el palo de mesana!, grita el capitán. ¡El palo de mesana!, repite el segundo. Entretanto, la tormenta arrecia y los marineros corremos de un lado a otro de la cubierta, desconcertados. Si no encontramos pronto un diccionario, nos vamos a pique sin remedio. (Ana María Shua)


 Anuncio
Oriundo de Hamelínn, soy flautista y alquilo mis servicios: puedo sacar las ratas de una ciudad o, si se prefiere, a los niños de un país sobrepoblado. (René Avilés Fabila)

 Disparos
Los hombres salen del saloon y se enfrentan en la calle polvorienta, bajo el sol pesado, sus manos muy cerca de las pistoleras. En el velocísimo instante de las armas, la cámara retrocede para mostrar el equipo de filmación, pero ya es tarde: uno de los disparos ha alcanzado a un espectador que muere silencioso en su butaca. (Ana María Shua)

  Manzana
La flecha disparada por la ballesta precisa de Guillermo Tell parte en dos la manzana que está a punto de caer sobre la cabeza de Newton. Eva toma una mitad y le ofrece la otra a su consorte para regocijo de la serpiente. Es así como nunca llega a formularse la ley de gravedad. (Ana María Shua)

Este tipo es una mina
No sabemos si fue a causa de su corazón de oro, de su salud de hierro, de su temple de acero o de sus cabellos de plata. El hecho es que finalmente lo expropió el gobierno y lo está explotando. Como a todos nosotros. (Luisa Valenzuela)

 
"Sentí una molestia muscular, era la quinta vez que yo nacía" (E. Vila-Matas)

 El engaño
 La conoció en un bar y en el hotel le arrancó la blusa provocativa, la falda entallada, los zapatos de tacón alto, las medias de seda, los ligueros, las pulseras y los collares, el corsé, el maquillaje, y al quitarle los lentes negros se quedó completamente solo. (Marcial Fernández)


Instantánea de amor
Anoche en un bar, a tan sólo tres taburetes de mí, hallé al chico con el que cada domingo leeré el periódico en la cama. De repente entró una mala pécora y, con un beso, le hizo olvidar lo que en realidad deseaba: un hombre como yo. (Manuel López)

El globo
Mientras subía y subía, el globo lloraba al ver que se le escapaba el niño.
(Miguel Saiz Álvarez)

El melómano
Compra discos, lee biografías de músicos, colecciona programas de mano. Por sus venas circula música. Y muchas veces ama aún más la música que los propios músicos. Pero llora en vez de tocar. (Eusebio Ruvalcaba)

 Lingüistas
Tras la cerrada ovación que puso término a la sesión plenaria del Congreso Internacional de Lingüística y Afines, la hermosa taquígrafa recogió sus lápices y papeles y se dirigió hacia la salida abriéndose paso entre un centenar de lingüistas, filólogos, semiólogos, críticos estructuralistas y desconstruccionistas, todos los cuales siguieron su garboso desplazamiento con una admiración rayana en la glosemática.
De pronto las diversas acuñaciones cerebrales adquirieron vigencia fónica:
­¡Qué sintagma!
­¡Qué polisemia!
­¡Qué significante!
­¡Qué diacronía!
­¡Qué exemplar ceterorum!
­¡Qué Zungenspitze!
­¡Qué morfema!
La hermosa taquígrafa desfiló impertérrita y adusta entre aquella selva de fonemas.
Sólo se la vio sonreír, halagada y tal vez vulnerable, cuando el joven ordenanza, antes de abrirle la puerta, murmuró casi en su oído: ''Cosita linda". (Mario Benedetti)


Fecundidad
 Hoy me siento bien, un Balzac; estoy terminando esta línea. (Augusto Monterroso)

 La cucaracha soñadora
 Era una vez una Cucaracha llamada Gregorio Samsa que soñaba que era una Cucaracha llamada Franz Kafka que soñaba que era un escritor que escribía acerca de un empleado llamado Gregorio Samsa que soñaba que era una Cucaracha. (Augusto Monterroso)

Padre nuestro que estás en el cielo.
Mientras el sargento interrogaba a su madre y su hermana, el capitán se llevó al niño, de una mano, a la otra pieza...
- ¿Dónde está tu padre? - preguntó
- Está en el cielo - susurró él.
- ¿Cómo? ¿Ha muerto? - preguntó asombrado el capitán.
- No - dijo el niño -. Todas las noches baja del cielo a comer con nosotros. El capitán alzó la vista y descubrió la puertecilla que daba al entretecho. (José Leandro Urbina)

La brevedad
Me convenzo ahora de que la brevedad es una entelequia cuando leo una línea y me parece más larga que mi propia vida, y cuando después leo una novela y me parece más breve que la muerte. (Gabriel Giménez Emán)

 Apuntes para ser leídos por los lobos
El lobo, aparte de su orgullosa altivez, es inteligente, un ser sensible y hermoso con mala fama... Trata de sobrevivir. Y observa al humano: le parece abominable, lleno de maldad, cruel; tanto así que suele utilizar proverbios tales como: "Está oscuro como boca de hombre", para señalar algún peligro nocturno, o "el lobo es el hombre del lobo", cuando este animal llega a ciertos excesos de fiereza semejante a la humana.
(René Avilés Fabila)

 La bella durmiente del bosque y el príncipe  
 La Bella Durmiente cierra los ojos pero no duerme. Está esperando al príncipe. Y cuando lo oye acercarse, simula un sueño todavía más profundo. Nadie se lo ha dicho, pero ella lo sabe. Sabe que ningún príncipe pasa junto a una mujer que tenga los ojos bien abiertos.
(Marco Denevi)


El emigrante 
 -¿Olvida usted algo? -¡Ojalá!
Luis Felipe G. Lomelí)


Diluvio
     Eran tantas las lluvias que cayeron sobre Castelldefels, que una noche en sueños recibió un mensaje divino. Al igual que Noe debería botar una embarcación con dos animales de cada especie, pues el diluvio era inminente. Quedaba solo un mes. Visitó todos los bancos y cajas de ahorro. Promocionó todo tipo de rifas, timbas, recolectas. Creo asociaciones, fundaciones y en tres semanas empeñándose por varias vidas compro un superpetrólero con bandera Chipriota.
     Como en el Zoológico de Barcelona, pensaban en un inmediato traslado., con suma astucia y artimañas, los embauco para hacer un viaje promocional. Cargo el superpretólero y mientras se ultimaban detalles, pensó en los pasajeros que llevaría. Al ser un huérfano que había vivido hasta los dieciocho en la inclusa; al estar soltero, al no tener amigos; no quiso meter extraños en el barco que se pelearan por minucias. Por eso adelanto la salida y ya en alta mar comenzó el diluvio. El día cuarenta, salió el sol, dejó a los primates en una isla alejada del resto de los animales. Al no poder reproducirse él, les daba así una segunda oportunidad. (Carlos Fernández Guillén)
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario